martes, 3 de agosto de 2010

La execrable visión microscópica II


Oriente siempre ha mirado con rechazo el afán filológico de los occidentales y su pasión microscópica. De hecho, no es llamativo que el Cristianismo (única religión Occidental) en Oriente no haya desarrollado un corpus bibliográfico como el que sí ostentan católicos romanos y protestantes. La actitud de la Iglesia Ortodoxa es la hesychia, la serenidad ante los objetos del mundo y la obtención de la sencillez más austera. Lo mismo ocurre en filosofías orientales como el budismo y el taoísmo, que repudia el afán del estudioso o especialista por saber más. "Romped con el estudio" dice Lao Zi. "Derrotad vuestra mente, rechazad vuestro espíritu, y los diez mil seres regresarán a la Raíz, uno a uno" (Zhuang Zi 4).

Por desgracia, Occidente tiene grandes indólogos, arabistas y sinólogos que presumen conocer el mundo oriental como la palma de su mano, pero acaso ninguno de ellos se haya detenido nunca a meditar que "la pureza de corazón es querer una sola cosa" (Kierkegaard).