martes, 25 de diciembre de 2012

El por qué de la Natividad


Ni la Virgen, ni los santos, ni la Iglesia Apostólica, ni los apóstoles, ni los sacramentos, ni los mártires, ni los que curan enfermedades, ni los profetas, ni la dogmática, ni Lutero, ni el pastor, ni las iglesias, ni el papa y sus ministros, ni la ortodoxia o la heterodoxia, ni los ángeles, ni Kierkegaard o Karl Barth, ni la religión y su opuesto, la Revelación, ni la Sagrada Escritura, ni los milagros, epifanías o apariciones, ni la teología, ni el ejercicio de la piedad y la misericordia, ni la proclamación del Evangelio, ni la espera de la Restauración de todas las cosas... sólo Vos, Jesús de Nazareth, Hijo de Dios, me hacés vivir confiado.

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